El coronavirus y los niños, niñas y adolescentes trabajadores - el caso de Ugarteche, Argentina
Este entrevista forma parte de una serie que investiga cómo la pandemia del covid-19 y las medidas para prevenir su propagación están afectando los derechos humanos de los menores de 18 años.
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[18 de mayo de 2020] A pesar de las órdenes de confinamiento durante la pandemia de covid-19, muchas personas en todo el mundo no gozan del privilegio de poder trabajar desde sus casas o parar de trabajar temporalmente. En muchos países, incluida Argentina - donde más del 35 por ciento de hogares viven por debajo de la línea de pobreza y en donde la pobreza infantil afecta a la mitad de menores de 14 años - esto incluye a niños, niñas y adolescentes trabajadores (NNATs) que, debido a las circunstancias económicas de sus familias, se ven obligados a trabajar y en la economía informal ya que su trabajo no es reconocido legalmente por el gobierno.
Para conocer mejor la situación, CRIN habló con Cecilia Robert, licenciada en Trabajo Social y colaboradora/fundadora de la organización La Veleta y La Antena, que acompaña a NNATs de la población de Ugarteche, Mendoza para el reconocimiento social, político y económico y la dignificación de sus condiciones de vida y de trabajo.
¿Quiénes son los NNATs con los que trabaja?
Acompañamos a NNA que trabajan habitualmente en chacra (cultivo y cosecha de papa, tomate, cebolla, ajo y vides) y también en feria vendiendo con sus familias. Se trata de un mercado informal que se establece con dos mil puestos cada domingo. Estos trabajos son alternados, dado que la cosecha es estacional durante el verano y la feria funciona los domingos.
Muchos NNA trabajan entre semana cuidando a los/as hermanos/as menores para que los/as adultos/as trabajen durante la semana y puedan ir a la escuela. También trabajan para sus vecinos/as acompañando a sus hijos/as a la escuela porque ellos/as han salido de madrugada a trabajar en la fábrica o en otros cultivos a varios kilómetros del lugar. La población de Ugarteche es migrante del hermano país de Bolivia, principalmente. Nuestra organización actualmente cuenta con un equipo estable de unos 40 NNATs de entre 8 y 17 años.
¿Qué riesgos enfrentan los/as NNATs y sus familias durante esta pandemia?
De acuerdo con los/as informantes, los problemas específicos que han surgido por las medidas de aislamiento son diversos. La situación más reiterada entre los/as informantes son las dificultades para proveer de alimentos a las familias. Estas dificultades se vinculan, de acuerdo con los/as informantes, con la disminución del ingreso monetario de los grupos familiares; con el cierre de comercios dispuesto a nivel provincial a las 18:00 horas, mientras que la jornada de trabajo agrícola culmina a las 19:00 horas; y con una situación específica de desabastecimiento local, puesto que es una zona alejada de grandes centros urbanos (el más próximo se encuentra en Luján, a 20 kilómetros del distrito). El cierre de la feria de la localidad es destacado como un motivo adicional que complica las posibilidades de compra de alimentos.
Las personas consultadas consideran - en la mayoría de los casos - que el principal problema que provocaría la extensión del aislamiento es la falta de trabajo y, en consecuencia, de dinero, para solventar las necesidades alimentarias de los hogares. Una de las informantes señaló con contundencia: “Si se extiende vamos a tener que reducir comidas”. Además, existen informantes que identifican no poseer los requisitos para acceder a las distintas políticas de transferencia de ingresos implementadas por el gobierno nacional, y que el cajero más próximo se encuentra a 20km.
Y los/as NNATs concretamente ¿qué riesgos enfrentan y qué sienten ante esta pandemia?
Los/as NNATs entrevistados mencionan que una problemática, vinculada con el aislamiento social, son los problemas en la convivencia familiar - el maltrato infantil y la violencia patriarcal encuentran analogías en sus causas y sus desenlaces. Lo que sucede durante el aislamiento es que se agravan condiciones de violencia patriarcal.
También se reiteraron alusiones a sentimientos y emociones que, de prolongarse [el orden de confinamiento], pueden afectar la salud mental de las personas, especialmente niños/as y adolescentes: sensación de encierro, falta de libertad, impaciencia, miedo y aburrimiento.
En algunas respuestas se reiteró la imposibilidad de cumplir las indicaciones escolares por falta de medios electrónicos e internet, aunque en menor cantidad de casos, como un problema concreto suscitado por la medida de aislamiento.
Se ha destacado que poder estar en confinamiento y mantener el aislamiento social es un privilegio. ¿Qué opina sobre esto y cuál es la realidad de los NNATs?
Los/as informantes consultados/as enuncian realidades diversas en los distintos barrios que componen la localidad. De los 15 barrios relevados, en sies se percibe poco o nulo acatamiento, en uno se identifica el cumplimiento parcial y en los restantes ocho se considera que el cumplimiento es alto.
Entre las razones que encuentran en la falta de cumplimiento se reitera el trabajo al día como “jornaleros/as”, propio de la zona, como el motivo más influyente en la imposibilidad de mantener el aislamiento.
Una de las consultadas alude: “No podés dejar de trabajar porque están en plena cosecha, tenés que ir sí o sí. Pero en la cosecha no le dan el cuidado que necesitan, barbijo y guantes no hay, están yendo así nomás. Determinadas personas van en la noche para terminar la cosecha, mi tío es encargado y están yendo como para terminar a tiempo la cosecha, la empresa no les da seguridad, va mucha gente a cosechar y no hay distancia de un metro”.
¿Qué medidas podrían mejorar la precariedad que experimentan los NNATs en general y especialmente durante esta pandemia?
En Argentina las medidas del gobierno ponen en evidencia su papel fundamental. El aumento en las asignaciones familiares, planes de emergencia y toda una serie de políticas sociales para las pequeñas y medianas empresas permite administrar la crisis económica. No obstante, en el caso de las familias de los/as NNATs, o de las familias empobrecidas en general, la falta de trabajo (mal llamado informal, cuando en Latinoamérica, no es la excepción sino la regla), limita los ingresos familiares. O donde antes trabajaban todos, hoy sólo lo hace el varón adulto.
Más allá de la política pública, ¿se encuentran otras posibles soluciones?
Nuestra organización junto a los/as NNATs encuentra opciones para acompañar el aislamiento en red con las escuelas, con otras organizaciones sociales, en búsqueda principalmente de garantizar acceso a la educación, a la comunicación, al buen trato y al alimento. De cualquier manera son medidas insuficientes porque actuamos donde existen condiciones desiguales que son anteriores y que se agudizan durante esta emergencia sanitaria.
¿Desea añadir algo más?
Las organizaciones sociales autogestivas asumimos incluso la función de ser “informantes” con pocas ventajas respecto al impacto que nuestra producción de conocimiento pueda hacer en la vida de NNATs. Solicitamos entonces a quienes reciben esta información puedan trasmitir cómo pueden apoyar a las organizaciones territoriales, de niños, niñas y adolescentes trabajadores.