“El mayor reto es transformar las leyes sobre papel en realidad”

 

En esta entrevista con la activista climática y estudiante de derecho Nicki Becker hablamos sobre la justicia climática para niñxs y adolescentes en Argentina. Le preguntamos sobre nuestro proyecto sobre el acceso a la justicia ambiental, el informe sobre este derecho en Argentina y sobre cómo transformar la ley en realidad. 

 
orange photo of Nicki Becker holding a megaphone and protest sign against an blue background with tree branches
 

El proyecto de CRIN sobre el “Acceso de los niñxs y adolescentes a la justicia ambiental” está produciendo investigaciones sobre cómo las leyes y políticas de 43 países protegen, o no protegen, los derechos ambientales de los niñxs y adolescentes. Estos informes de investigación están centrados en lo legal y son solo el inicio de nuestro trabajo sobre este tema. Consideramos que es importante empezar con una base de comprensión sólida de lo que dice la ley, pero queremos construir sobre esto en colaboración con otrxs.  

Recientemente publicamos nuestro informe sobre el Acceso de los niñxs a la justicia ambiental en Argentina, pero los informes son solo un lado del trabajo. También queremos escuchar directamente a quienes defienden los derechos ambientales de lxs niñxs. A través de entrevistas, nuestro objetivo es explorar cómo nuestros hallazgos sobre lo que dice la ley se relacionan con, y pueden apoyar los esfuerzos de, quienes están a la vanguardia del movimiento por la justicia climática.


CRIN: Has leído el informe de Argentina. ¿Qué te ha parecido?

Nicki: Me pareció súper interesante porque yo estudio derecho. Soy activista y también estudio derecho porque entiendo que me da herramientas para hacer lo que en realidad hago y hacemos hoy en día como activistas, pero con herramientas para entender qué derechos tenemos. También cómo los podemos exigir y entender cómo, por ejemplo, la COP, la cumbre climática organizada por la ONU, puede funcionar mejor, que ventajas tiene y entenderlas también desde el lado jurídico, que es fundamental a la hora de pensar en los cambios que se tienen que dar por la crisis climática.

Me gustó porque fue como un gran resumen de lo que el derecho argentino es. Después podemos hablar mucho sobre la implementación de todas las leyes.

Has utilizado la ley como herramienta en tu activismo. Por ejemplo, has desempeñado un papel fundamental en la difusión del Acuerdo de Escazú, que es un importante tratado de derechos humanos sobre el medio ambiente que reconoce que un medio ambiente sano es fundamental para las sociedades pacíficas, inclusivas y sostenibles. ¿Cómo ves el papel de la ley en la consecución de la justicia climática? 

Nicki: Creo que es fundamental. El Acuerdo de Escazú es un gran ejemplo, porque es un acuerdo regional de América Latina y el Caribe que habla de los derechos a la participación, a la información y el acceso a la justicia en asuntos ambientales, y relaciona lo que son los derechos humanos en general con la cuestión ambiental, que mucha gente todavía sigue pensando que es una cuestión del futuro y que impacta solamente en el oso polar, cuando en realidad sabemos que la crisis climática impacta en el acceso a la vivienda, en nuestro derecho a la salud, en nuestro derecho al agua, al alimento y en muchísimos derechos básicos que tenemos.

Y creo que el derecho es una herramienta fundamental, porque el derecho a un ambiente sano, que en Argentina está consagrado en el artículo 41, como explica el informe, es decir, tiene un rango constitucional, por lo cual es muy importante, si las personas no saben que tienen ese derecho, nunca lo van a poder exigir. Y creo que, al fin y al cabo, el activismo se trata de eso, de comunicar y expandir el mensaje de que hay un derecho que se está viendo vulnerado, y con respecto a la crisis climática, que ese derecho va a ser cada vez más vulnerado si no se toman ciertas medidas. Y me parece que ahí está lo interesante.

¿Crees que lxs activistas climáticxs recurren lo suficiente a la ley? 

Nicki: Me parece que depende mucho del país. En Argentina sí, bastante, porque trabajamos mucho con la ley, desde la primera marcha que hicimos con Jóvenes Por El Clima, en diferentes proyectos de ley en el Congreso como, por ejemplo, la Ley de Cambio Climático, el Acuerdo de Escazú, la Ley de Educación Ambiental, la Ley Yolanda… muchas leyes que se fueron aprobando a partir de la presión del movimiento climático de Argentina y eso nos hizo, me parece, tener una mayor relación con lo que es la ley acá y también entender cuáles son las leyes que tenemos como, por ejemplo, la Ley de Bosques, que la tenemos en nuestro ordenamiento jurídico, pero que sin embargo no se cumple de forma efectiva.

Me parece que la relación [con la ley], en general, en el movimiento climático en Argentina es bastante mayor que la que tiene en otros países que, por lo que veo por lo menos, no tienen tanto acceso a influir en lo que pasa en el Congreso y en la sanción de leyes.

¿Cuáles crees que son estos obstáculos con los que se encuentran lxs activistas a la hora de utilizar la ley en su activismo? 

Nicki: En principio, la falta de información. A veces lo jurídico parece algo muy complejo y son palabras técnicas que, si no contás con ese vocabulario o esa información, cuesta entender. Y, después, la vinculación de entender que es una herramienta para nuestro activismo. Me parece que a veces no está eso tan claro, o a veces la falta de contactos o de influencia en esos ámbitos produce que después no sea un tema en lo que se trabaje tanto. 

¿Y cuáles crees que son los límites de la ley en este sentido? Por ejemplo, ¿crees que las leyes pueden quedarse cortas? O ¿de qué forma puede limitar la misma ley el uso de las leyes para el activismo? 

Nicki: Creo que un problema que tenemos en muchos países, por ejemplo en Argentina, es que, una vez tenemos la ley sancionada, en donde ponemos mucho esfuerzo, y es importante que esté en papel, el mayor límite es que después no quede solamente en el papel y que realmente transforme la realidad. Y ahí creo que tenemos un rol todavía más importante, que es el de fiscalizar en algún punto que esa ley se esté cumpliendo en todo el país. Y para eso es importante tener también movimientos nacionales, porque yo, por ejemplo, soy de Buenos Aires y es difícil de entender y saber si se está cumpliendo la Ley de Bosques en Chaco. Por más que pueda leer un montón de cosas al respecto, es esta gente de Chaco la que está en territorio viendo si se cumple o no. Y eso es un problema porque tenés que tener mucha gente para fiscalizar que una ley se esté cumpliendo. E incluso si se cumple, las herramientas para hacer que se cumpla de manera efectiva son más complejas que presionar para que una ley se sancione. Entonces, creo que el mayor desafío es, por un lado, la constancia que hay que tener y también la capacidad para controlar que esa ley realmente se esté llevando a cabo.

Antes has mencionado también el tema del acceso a la información. ¿Qué soluciones crees que debería haber para poder hacer esta información más accesible?

Nicki: Creo que un punto esencial es que haya informes como el que hicieron ustedes que sean de forma interactiva y que no tengan un vocabulario tan complejo, que no es algo necesario. También disponer de la información en redes sociales, que es la forma en la que muchos de lxs activistas de mi generación nos informamos. Por ejemplo, entender qué leyes ambientales hay en tu país y cuál es el procedimiento para poder exigir esos derechos. Me parece que eso no es tan fácil de encontrar y que sería muy útil tener páginas o informes que puedan hablar de esto de la extensión de cada país. 

¿Y cómo crees que podemos ayudar organizaciones como CRIN, aparte de con estos informes? ¿Alguna otra cosa que quieras destacar? 

Nicki: Creo que, a veces, por más que uno tenga la información, por ejemplo, pagar un abogado es muy caro, o no tenés a quien recurrir, o no sabés a qué abogado recurrir, porque tiene que ser especializado en ese tema. Entonces un rol que podrían jugar la organizaciones como CRIN, y que me parece que podría estar bueno, es actuar como nexo con grupos de abogados locales que puedan ofrecer asesoramiento.

Ahora eres estudiante de derecho a la vez que continúas con tu labor de defensa a través de los medios de comunicación y otras iniciativas. ¿Cómo piensas integrar tus estudios en tu activismo y viceversa? 

Nicki: Definitivamente yo elegí derecho por la cuestión ambiental para tener más herramientas desde esa perspectiva. Me cuesta pensar en el futuro, la verdad, de qué voy a hacer, básicamente porque hace tres años no me imaginaba que iba a estar cumpliendo el rol que cumplo hoy. Y después, hay un montón de cosas que fui haciendo a lo largo de estos tres años que me di cuenta que me gustaban mucho, como de repente estar en un programa de radio, y otras que no me gustaban tanto, y me parece que eso me va a seguir pasando. Yo sé que abogada tradicional no voy a ser, o por lo menos no me imagino cumpliendo ese rol, pero sí teniendo esa información y, por ejemplo, influyendo en la agenda internacional de cambio climático en, por ejemplo, lo que son las cumbres climáticas, pero con un rol más profundizado en lo que es lo jurídico. Pero me cuesta ahora pensar en cómo lo voy a aplicar. Me parece que eso lo va a decir un poco el tiempo. 

Vamos llegando al final de la entrevista, pero antes de acabar… ¿Hay algún mensaje que quieras transmitir al público que te pueda estar escuchando? 

Nicki: Por mucho tiempo creo que la narrativa que primaba con respecto al cambio climático al principio era que no existía, o que después pasamos a la etapa en donde la gente decía: “bueno, existe, pero no es causado por la actividad humana”. Creo que esos debates ya terminaron. Hay demasiado consenso científico al respecto y ya sabemos que la crisis climática existe. Es un problemón. Y no sólo esto, sino que es causado por la actividad humana. Me parece que ahora cada vez escuchamos más la idea de que no podemos frenarla, que es tan grande, que es un problema que está ahí y que nosotros desde nuestro lugar, no vamos a hacer nada. Y creo que eso también es funcional para no frenar la crisis climática y que nosotros tenemos el desafío de entender que, si bien el desafío es enorme, y creo que el más grande que tuvimos como humanidad, sí podemos frenar la crisis climática. Y para eso tenemos que justamente organizarnos con otros sectores, con otras personas, porque la única forma de hacerlo es de forma colectiva. Me parece que ese es el mensaje que hoy en día tenemos que seguir expresando y difundiendo: que la crisis climática sí se puede parar y que eso depende de la presión que pongamos hoy en día a los tomadores de decisiones. 


Sobre Nicole Becker

Nicole Becker es una activista climática argentina y cofundadora y una de las principales organizadoras de Jóvenes Por El Clima. Por sus esfuerzos en la lucha contra el cambio climático, el Congreso argentino ha reconocido a Nicole como una de las mujeres jóvenes más destacadas del país. Nicole se centra en la relación entre la justicia social y la justicia climática para abordar la crisis climática. Nicole fue conductora de “Permitido Pisar el Pasto” uno de los programas de radio y podcast más escuchados del país. Actualmente, escribe en varios medios de comunicación sobre la crisis climática. 


See more about what children have to say on the climate crisis, and why more needs to be done to involve them: Children’s rights and voices in the global response to climate change.

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